Volver de las vacaciones con éxito: evita que la procrastinación sea tu enemiga
Aplazar actividades sin justificación es conocido como el arte de procrastinar. Si ya se conoce, ha de saberse que hacerlo como parte de la rutina en la vuelta del verano puede traducirse en un obstáculo para tener éxito.
¿Disfrutando del verano y sin ganas de pensar en el trabajo? Con la excusa de ‘aún falta para septiembre’, ¿frecuentemente se dejan cosas para “mañana”? Si la respuesta fue sí, probablemente la procrastinación está frenando la llegada del éxito y es momento de dejarlo atrás.
¿Conoce qué significa? Etimológicamente deriva del verbo en latín procrastināre, postergar hasta mañana; aunque va más allá de eso, pues incluye tomar la decisión de no actuar y realizar otras actividades con menos trascendencia.
De acuerdo con Piers Steel, autor del libro “Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy” las personas que procrastinan tienden a ser menos saludables, menos ricas y menos felices.
Existen diversas razones por las cuales se tiende a ‘postergar’, entre ellas, el miedo al fracaso o a cometer errores, baja autoestima, indecisión para no tener consecuencias, o incluso, sentir la euforia de hacer las cosas en el último momento.
Sea cual sea la razón por la que se retrasan los proyectos, existe solución y se puede cambiar si verdaderamente se quiere. Desde Gran Via Business & Meeting Center han querido compartir estas 5 claves para evitar que la procrastinación se interponga en camino del buen rendimiento laboral:
- Descubrir la razón: es importante que se reconozca cuál es el motivo por el cual las tareas se ven retrasadas, una forma básica de conseguir darle una mejor solución.
- Minimizar las distracciones: hay que alejarse de todos aquellos elementos que hagan perder la atención, como dispositivos electrónicos, redes sociales o de los familiares o amigos que se encuentren cerca en el momento de trabajar. Hay que procurar tener un ambiente idóneo que consiga motivar.
- Fijar límites de tiempo: es importante determinar una fecha y hora para finalizar las actividades. De esta manera se podrá establecer el ritmo de trabajo adecuado.
- Establecer 3 objetivos diarios: en lugar de hacer una larga lista de tareas pendientes, es mejor enfocarse en las 3 cosas más importantes por resolver cada día.
- Utilizar la estrategia de mezclar acciones: consiste en juntar dos actividades al mismo tiempo. Por ejemplo: escuchar un audiolibro mientras se realizar ejercicio. Así, se puede unir algo que gusta con algo que no, dando un incentivo.
