Vuelta a la normalidad: El regreso a la oficina y el modelo híbrido de trabajo

Con las empresas planeando el regreso de sus trabajadores ante un mayor aperturismo, urge solucionar el debate sobre la productividad del formato híbrido que compagine el trabajo presencial con el remoto.

Barcelona, 29 de abril de 2021

Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, millones de trabajadores de todo el mundo han tenido que trasladarse a un espacio de trabajo únicamente virtual, adaptándose a trabajar en remoto e intentando mantener os niveles de productividad marcados por el modelo de oficina más tradicional. Frente a lo que inicialmente funcionó como un formato flexible que permitió optimizar los procesos de compañías medianas y grandes en cualquier país, los directivos de algunas grandes tecnológicas han comenzado a tomar decisiones relacionadas con una pregunta que muchos se hacen actualmente: “¿Regresaremos completamente al trabajo presencial o se implementará un formato híbrido?”.

Existen diferentes ejemplos que muestran cómo ésta cuestión es la principal incógnita a despejar en empresas de peso internacional: Google ha asegurado que el regreso de los trabajadores a la oficina ha adelantado sus fechas, dejando únicamente la opción  de trabajar de forma remota durante más de 14 días a los interesados que presenten una solicitud formal y cumplan los requisitos.

Otro gigante como Twitter ya comunicó el año pasado que sus colaboradores podrían trabajar de forma remota “para siempre”, pero con la condición de que los empleados “desempeñen un rol que puedan realizar desde casa y estén en una situación que les permita hacerlo”, con tal de mantener el rendimiento que se espera habitualmente de ellos.

Por su parte, Microsoft también ha resaltado en más de una ocasión que “trabajar desde casa menos del 50% de la jornada laboral será el estándar para la mayoría de los puestos” en el futuro, pero aún persiste el debate entre si será la mejor decisión para los trabajadores si no se transforma el modelo laboral actual.

Un informe reciente realizado por Boston Consulting Group (BCG) y The Network, bajo el título ‘Decoding Global Ways of Working‘ aplicada a 209 mil personas en 190 países, el 89% de los encuestados afirmó que su preferencia en el futuro será por “un empleo que les permita trabajar con flexibilidad desde casa”.

El debate

El equilibrio entre la vuelta al trabajo presencial y el desarrollo de funciones de manera remota será primordial para evitar problemas en las compañías. Pese a que la flexibilidad es el sueño ideal de los trabajadores, aún no se ha determinado un modelo 100% funcional que pueda adoptarse por las empresas en su totalidad y que satisfaga las necesidades de los departamentos de RRHH y de la compañías. “Ninguno de nosotros lo ha podido resolver”, apuntó en una entrevista reciente a BBC la vicepresidenta global de ventas de Facebook, “estamos inventando sobre la marcha”.

Mientras se alcanza un punto de entendimiento entre todas las partes, también crece la apuesta de muchas empresas por el contrato de workspaces con un modelo de espacios que transmita seguridad y todas las garantías para poder trabajar con normalidad. Desde Gran Via Business & Meeting Center, en Barcelona, explican su principal argumento para el optimismo ante la situación actual: “Creemos que la gran mayoría de la gente solo se va a sentir segura si sabe que todos en la oficina no tienen coronavirus y hay medidas para evitar la propagación. La gente solo volverá si tiene esa seguridad, lo que permitirá que el regreso a las oficinas sea más rápido y a niveles más altos de lo que mucha gente predice”.

“La tecnología y medidas ya la tenemos y en los últimos meses se ha probado sobradamente su eficiencia”, explican desde este business center, explican mientras señalan cómo queda que se produzca el cambio cultural necesario para dar el paso y como las empresas deben entender que, no apostar por la flexibilidad -de esta o de otras maneras-, podría ir en detrimento de su competitividad y de su capacidad de atraer y retener talento.